Una mañana de preparativos
Durante la mañana de Jueves Santo, la calle Oriente y la calle Migdia se transforman en la Calle dels Cargols. Estas callejuelas largas y estrechas experimentan un movimiento inusual: los vecinos salen y preparan las luminarias efímeras que por la noche se encenderán al paso de la procesión y se engancha a la tarde. se llenan con un aceite que la tradición marca que debe ser lo que ha sobrado de hacer los bruñuelos.
Mientras, las imágenes o misterios distribuidos en varias casas del pueblo, son adornadas con flores por los propios vecinos. Lirios, claveles, rosas y esparragueras las llenan de color y frescura. Las imágenes esperarán hasta la tarde que las manages las recojan para salir por la noche en procesión. También se acaban de ultimar el resto de preparativos: se acaban de preparar las antorchas que lucirán por las calles por la noche, se dejan a punto todos los materiales de atrezzo... Y en las casas se repasan versos, se planchan vestidos y se descansa un poco a la espera de la intensa jornada que empezará horas más tarde.