Justo antes de los días de pasión, Jesús es aclamado como Salvador, como Mesías, por un gran gentío en Jerusalén. Sin embargo, Jesús no pierde su humildad pues entra en la Ciudad Santa no como un rey con todo su séquito sino sobre un burro y rodeado sólo por sus discípulos y por el pueblo pequeño.
Esta escena recrea la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde es recibido por la multitud con palmas y gritos de hosanna. Las frágiles hojas de laurel, olivo y palma llenan delicadamente las manos y brillan los ojos de la multitud que parece tener alas en los pies cuando camina con la agilidad que sólo puede dar la alegría.
La entrada de los participantes es espectacular, por todos los caminos que conducen a la Plaza y nos transporta hacia el paraíso del tiempo. Suena nítidamente la Hosanna que sube al cielo impelida por una polifonía que inventa el infinito del amor.
Justo después de la escena del Sanedrín durante la cual se condena a muerte a Jesús, la Danza de la Muerte hace acto de presencia en la plaza. Como una premonición de lo que sucederá más adelante, los cinco bailadores hacen una solemne aparición, atravesando la plaza de cabo a rabo.

La Danza de la Muerte
Descubre a todos sus miembros y su simbología
Una vez pasada la Danza de la Muerte, se representa la escena del Huerto de Getsemaní. Jesús se encuentra haciendo oración en el huerto de los olivos, en Getsemaní. conformado a su suerte, es él mismo que se ofrece a la guerrilla de judíos que le han ido a tomar y que caen asombrados por su valentía.

Poncio Pilato
Esta escena representa el momento en que Jesús es conducido ante el pretor romano, y será juzgado y sentenciado a morir. ante las amenazas de los rabinos de estimular al pueblo en la revuelta contra Roma y firma la sentencia mientras intenta autoconvencerse de que aquel caso era un asunto interno entre judíos.
Una vez condenado a crucifixión, la cruz se levanta sobre el cadalso. La escena concluye, con mucha fuerza emotiva, en el momento en que los judíos cargan la cruz en los hombros de Cristo y le pasearán por toda la vía dolorosa en medio de graves insultos, agresiones y burlas.
Con este cuadro se pone punto y final a la representación de la Pasión en la Plaza Mayor.